No hay una buena historia sin un buen principio

Las batallas y los sucesos que afectan a la humanidad se aprenden de los libros de historia. Las moralejas que son importantes para ser buenas personas y nunca elegir el camino fácil, se relatan en los cuentos, y algunas incluso en películas (Disney`s productions). Los grandes pensadores y científicos se hartan de escribir páginas y publicar libros, editar y re-editar y sobre re-editar lo re-re-re...editado. Y para grandes y buenos chistes tenemos el libro "El club de la comedia".

Y ahora me pregunto ¿dónde están las historias, que no son merecedoras quizás de un premio Nobel, que no son trascendentales para millones de personas, o que dan tanta pena que no son dignas de publicarse en un libro de chistes? ¿Y aquellos consejos de gente con estilo que no sean de barrios de la Jet Set, u opiniones de chicas que no sean capaces de hablar con los ojos abiertos a la vez que mascan chicle y redireccionan sus pechos?.

Respecto a este tema Papá Noel; bueno un hombre muy bonachón, del cual nada más verlo pensé que de su baúl portátil, de madera de última generación y múltiples departamentos ( maletín muy original para los amigos), iba a sacar la lista de los niños malos para ver quién iba a recibir este año carbón; me recordó lo que una chica, muy maja y excesivamente efusiva en ocasiones, que parecía sacada de un libro de autoayuda dijo:"vosotros valéis, no hagáis de menos vuestras ideas, porque si no os estáis infravalorando".

Considero que anécdotas y vivencias de personas, que quizás no sean las más brillantes o destacables te pueden sacar una sonrisa, enseñarte alguna lección, o hacer que te solidarices con la pobre chica a la que le pegaron un chicle en el pelo. Pueden hacerte ver que tu no hiciste tanto el ridículo yendo a clase con las zapatillas de casa, como el que fue con el pijama.

Porque creo que debe haber un sitio para contar nuestras pequeñas historias y plasmar nuestras humildes opiniones.

11 de abril de 2012

¿Me quedo o me voy?

La situación en la que nos encontramos actualmente es muy dura para todos, y todavía más para los jóvenes sin experiencia, que nos encontramos en una encrucijada de decisiones trascendentales.

La llamada fuga de cerebros que se está dando desde hace unos años es la opción que muchos toman debido a la inexistencia de oportunidades en España, y si las hay que me digan donde, porque ya será casualidad que solo cuatro sortudos las encuentren.

Si que es cierto que en el extranjero no hay tampoco muchas oportunidades, pero la gente se decide a irse porque piensa "para trabajar aquí de algo que no es lo mío, me voy fuera un par de años, trabajo de lo mismo allí, y vuelvo con un buen nivel de inglés".

Ahora bien, llega el momento de hiper-reflexión. ¿Me merece la pena con una media de 22 años ( o más) irme fuera, y volver en 2 años, con unos 25 años (o más), con poca o ninguna experiencia en mi sector?. O me quedo aquí esperando a que me salga una oportunidad maravillosa ¿y si no sale?.

Mi respuesta es clara: Actualmente sin inglés no es difícil acceder a un puesto de trabajo cualificado. Y siempre estará Internet para seguir buscando desde la lejanía y los aviones para volver a casa. ¡Quien no arriesga, no gana!

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Crazy For Little Things