No hay una buena historia sin un buen principio

Las batallas y los sucesos que afectan a la humanidad se aprenden de los libros de historia. Las moralejas que son importantes para ser buenas personas y nunca elegir el camino fácil, se relatan en los cuentos, y algunas incluso en películas (Disney`s productions). Los grandes pensadores y científicos se hartan de escribir páginas y publicar libros, editar y re-editar y sobre re-editar lo re-re-re...editado. Y para grandes y buenos chistes tenemos el libro "El club de la comedia".

Y ahora me pregunto ¿dónde están las historias, que no son merecedoras quizás de un premio Nobel, que no son trascendentales para millones de personas, o que dan tanta pena que no son dignas de publicarse en un libro de chistes? ¿Y aquellos consejos de gente con estilo que no sean de barrios de la Jet Set, u opiniones de chicas que no sean capaces de hablar con los ojos abiertos a la vez que mascan chicle y redireccionan sus pechos?.

Respecto a este tema Papá Noel; bueno un hombre muy bonachón, del cual nada más verlo pensé que de su baúl portátil, de madera de última generación y múltiples departamentos ( maletín muy original para los amigos), iba a sacar la lista de los niños malos para ver quién iba a recibir este año carbón; me recordó lo que una chica, muy maja y excesivamente efusiva en ocasiones, que parecía sacada de un libro de autoayuda dijo:"vosotros valéis, no hagáis de menos vuestras ideas, porque si no os estáis infravalorando".

Considero que anécdotas y vivencias de personas, que quizás no sean las más brillantes o destacables te pueden sacar una sonrisa, enseñarte alguna lección, o hacer que te solidarices con la pobre chica a la que le pegaron un chicle en el pelo. Pueden hacerte ver que tu no hiciste tanto el ridículo yendo a clase con las zapatillas de casa, como el que fue con el pijama.

Porque creo que debe haber un sitio para contar nuestras pequeñas historias y plasmar nuestras humildes opiniones.

23 de noviembre de 2017

Mucho que decir y nada que concluir

Cuantas ganas tenía de retomar este blog, y no es porque no tuviese cosas que decir, sino que tenía demasiadas pero he sido incapaz de sacar tiempo para ponerlas en orden. 

Lo cierto es que es una pena, porque os aseguro que me encantaba sentarme ante esta hoja en blanco y pegarme horas escribiendo mis pensamientos. Sacar fuera mi indignación e ira cuando hay cosas que me crispan y no soporto. Y no es que haya madurado, me haya vuelto más tranquila, prudente o conformista, os lo aseguro. 

Soy de ese tipo de personas que cara a cara puede ser poco cariñosa, parecer incluso fría, y esto me permite de vez en cuando dedicar una mención especial a aquellos que tengo a mi alredor o que ya no están tan cerca, de forma que mi corazón siga latiendo y no se congele. Es broma, realmente soy muy emocional, pero soy de esas personas a las que le da vergüenza expresar sus sentimientos face to face.

Me gusta reflexionar sobre cuestiones trascendentales o nada importantes sin que nadie me interrumpa, porque oye, para gustos los colores y de opiniones está llena la vida. Cada uno tenemos nuestra propia personalidad y vivimos una situación particular, en resumen, todo es respetable, pero ¿a que jode cuando estás dando tu opinión y te interrumpen?... Además, que siendo de la Ribera de Navarra como soy, el expresar las opiniones es muy delicado, y no porque no se respeten, sino porque se excede los decibelios permitidos. Se junta que por lo general somos muy impetuosos a la hora de expresar nuestras opiniones, que por defecto tenemos un tono de voz elevado,y por último que si alguien te corta o está hablando y quieres dar tu opinión, aquí no pedimos permiso, es la ley de selva, hay que hablar por encima.

Al principio del post decía que el problema era que tenía muchas ideas, pero no había tenido tiempo para ponerlas en orden...después de escribir todo esto, me he dado cuenta que simplemente no tenía tiempo pero añoraba volver a escribir, porque ya ves que orden en este caso poco.

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12 de septiembre de 2013

Que la gente se vaya de tu vida y no saber por qué ...

Mira que sigo cumpliendo años, sigo aprendiendo cosas y sigo madurando... y todavía no soy capaz de aceptar que gente con la cual has llegado a ser uña y carne, con la que has compartido muchos momentos y risas de repente se convierta en una persona totalmente desconocida para ti y tú para ella.

No entiendes por qué pasa de contarte cada minuto que pasa de su vida a ni siquiera saber dónde se ha ido de vacaciones. Y finalmente por más que intentas entender que le pasa por la cabeza, haces lo imposible por volver al pasado o te consuelas pensando que serán cosas tuyas o un mal momento... te das cuenta de que no está en tu mano, es "tu amigo" el que ha tomado la decisión de alejarte de su vida.

He de reconocer que tengo un concepto de la amistado demasiado basado en la fidelidad y "friends forever". Considero que un amigo debe estar para lo bueno y lo malo, y que cuando comparte su vida con otras personas (amig@s, pareja...) está muy feo olvidarte de los de antes y los de siempre. 

Cierto es que tras algún sofocón que otro he comprendido que se debe ser más flexible y que no todo el mundo tiene ese concepto, y hay que respetarlo. Pero como soy tan testaruda hasta que no me siento totalmente decepcionada sigo intentándolo, necesito sentir que no me apetece poner más de mi parte, para no sentirme mal. 

Hoy en día tengo la suerte de conservar a varios amigos que nunca se han ido, otros que se fueron y han vuelto, y desgraciadamente algunos que se fueron y nunca volvieron...y os recomiendo que si esa persona se quiere ir de tu lado, que se vaya, y si merece la pena vuestra amistad/amor de pareja..., tarde o temprano os volveréis a encontrar. Si no has hecho nada malo, aunque no lo entiendas, debes quedarte con la buena sensación de los buenos recuerdos que te ha dejado.

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30 de enero de 2013

No me gusta la gente que se cree mejor que los demás

No me gusta la gente que se cree mejor que los demás, con derecho a juzgar en base a su correcta perspectiva, y solo unos pocos son aptos para estar en su nivel de educación. 

Son tan educados y perfectos ... y sin embargo no se dan cuenta de que hacen daño a la gente que tienen al lado, valorando en voz alta su "incorrecta"actitud y sus "utópicas" opiniones, como si asentasen cátedras. 

Puedo entender que juzguemos al resto de la humanidad en la intimidad, que opinemos sobre si haríamos así o asa, que aconsegemos a aquellos amigos que consideremos que no lo hacen bien, y también que critiquemos... somos humanos. Pero son aquellos que no valoran un error en su actitud los que sobrepasan estos límites buscando en los demás su impecable perfección y te hacen pensar sobre ti como ellos, ¡ESO SI ES UN ERROR¡

Cuando se trata con este tipo de personas hay que valorar sus opiniones desde una perspectiva lo más objetiva posible, para depurar las opiniones, recoger lo que merezca la pena y tirar lo que sobra. 

Tu no serás mejor que ellos, pero ellos no son tampoco mejor que tú.

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