No hay una buena historia sin un buen principio

Las batallas y los sucesos que afectan a la humanidad se aprenden de los libros de historia. Las moralejas que son importantes para ser buenas personas y nunca elegir el camino fácil, se relatan en los cuentos, y algunas incluso en películas (Disney`s productions). Los grandes pensadores y científicos se hartan de escribir páginas y publicar libros, editar y re-editar y sobre re-editar lo re-re-re...editado. Y para grandes y buenos chistes tenemos el libro "El club de la comedia".

Y ahora me pregunto ¿dónde están las historias, que no son merecedoras quizás de un premio Nobel, que no son trascendentales para millones de personas, o que dan tanta pena que no son dignas de publicarse en un libro de chistes? ¿Y aquellos consejos de gente con estilo que no sean de barrios de la Jet Set, u opiniones de chicas que no sean capaces de hablar con los ojos abiertos a la vez que mascan chicle y redireccionan sus pechos?.

Respecto a este tema Papá Noel; bueno un hombre muy bonachón, del cual nada más verlo pensé que de su baúl portátil, de madera de última generación y múltiples departamentos ( maletín muy original para los amigos), iba a sacar la lista de los niños malos para ver quién iba a recibir este año carbón; me recordó lo que una chica, muy maja y excesivamente efusiva en ocasiones, que parecía sacada de un libro de autoayuda dijo:"vosotros valéis, no hagáis de menos vuestras ideas, porque si no os estáis infravalorando".

Considero que anécdotas y vivencias de personas, que quizás no sean las más brillantes o destacables te pueden sacar una sonrisa, enseñarte alguna lección, o hacer que te solidarices con la pobre chica a la que le pegaron un chicle en el pelo. Pueden hacerte ver que tu no hiciste tanto el ridículo yendo a clase con las zapatillas de casa, como el que fue con el pijama.

Porque creo que debe haber un sitio para contar nuestras pequeñas historias y plasmar nuestras humildes opiniones.

5 de abril de 2011

Para ser administrativa de la Seguridad Social, sólo necesitas tener mala leche.

No me gusta generalizar,y sé que habrá excepciones, y gracias a Dios por estas bellas personas que tienen un trato agradable, pero no es la primera vez que me ocurre. Las últimas visitas que he tenido a los ambulatorios, las cuales pretendía que fuesen visitas fugaces, lo único fugaz que me han provocado es la crispación e impotencia.

Las administrativas que allí se encuentran atienden de mala gana, no se centran en escuchar lo que le estás contando que necesitas,  sino que oíen palabras sueltas, que entiendo que no están para escucha la vida de nadie. Pero lo peor no es eso, te contestan de malas maneras e incluso te echan la bronca, independientemente de que no tengan razón, que muchas veces si la tienen, están de cara al público y atendiendo a seres humanos, deben tener un mínimo de respeto y molestarse un poco en escuchar para poder atender adecuadamente o entender porque se le pide cierto servicio.

De lo que se aprovechan, creo yo, es de que como tienes que pasar por los administrativos, para que el médico o la enfermera te atienda, y es un servicio necesario, te digan lo que te digan, te tienes que callar porque sino, a donde te vas, porque sólo puedes ir a el ambulatorio que te corresponde, no te ateinden en otro que no sea el de tu zona.

Finalmente quiero pedir disculpas a las administrativas que ayudan a los pacientes, que son amables y se molestan por dar un buen servicio. Pero hoy mi indignación ha sido total, entendedme, para quitarme dos puntos de la pierna, en otra comunidad, he tenido que ir a dos centros de salud, volverme a casa teniendo el número de la SS, pero no la tarjeta. Finalmente con una fotocopia (lo que se me ha ocurrido a mi, no se han molestado en decírmelo)  me he tenido que hacer la tarjeta de desplazada, me han asignado un médico una enfermera, me he tenido que comer la bronca delante de desconocidos de la administrativa, y desde las 12 que pretendía quitarme los dos puntos hasta las 18:30 no me los he podido quitar. Eso si, la enfermera muy maja y eficiente.

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Crazy For Little Things

3 comentarios:

  1. La verdad es que cuando veo situaciones de este tipo me da rabia. Yo estuve este verano trabajando de atención al público (de guía turística) y a pesar de estar mala o de que me tocara tratar con gente más o menos simpática, siempre llevaba la sonrisa en la boca. Pienso que hay que pararse a pensar un poco, y nunca perder la sonrisa o el buen trato, ya que aunque te jodan con el papeleo, te vas de otra manera a hacerlo.

    Saludos y suerte con tu pierna :)

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  2. Puf, buena suerte con eso de que te traten bien... yo no sé qué problema tienen, de verdad, pero esto que cuentas yo creo que nos ha pasado a todos.

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  3. @ Key: es algo generalizado, como saben que vas a pasar por ellos si o si, se permiten el lujo de ser unas bordes.

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